El Estudio.

Me acuerdo que mi madre me dejaba aquí…, un ratín…, todos los días, antes de ir a inglés, o a cerámica, o a pintura, con Brian, con Juli, con Rafa…
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Me acuerdo de estos espacios, de algo descomunal, gigante, lleno de libros y personas mayores, como decía yo…, y me encantaba…
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Cuando nos encargaron realizar el I.E.E. del edificio, y vimos el espacio, sabíamos que ese primer piso era para nosotros…
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Nunca hemos pensado en un estudio. Siempre hemos pensado en un espacio.
Siempre hemos buscado algo cambiante, algo para siempre, y por tanto polivalente…, que nunca se sabe…
Y poder hacer talleres, y exposiciones, y cambiarlo todo en diez minutos…
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Lo único que teníamos claro es que queríamos un gran espacio para trabajar, y otro para explicar los proyectos a los clientes, pero lejos del primero, y un taller, para hacer maquetas, y dibujar con guaches, y modelar barro, y cortar maderas…
Y dar la vuelta alrededor de la escalera…
Y un billar.
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Este es hoy un espacio privado para nuestros amigos…, así que, bienvenidos…